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Bailar y reír para ser feliz: Educación Social con las personas mayores


A lo largo del mes de marzo, se ha desarrollado el Proyecto de Aprendizaje Servicio “Bailar y Reír para ser Feliz: Educación Social con las personas mayores”, a cargo del alumnado de 2º curso del Grado en Educación Social, dentro de las asignaturas de “Animación Sociocultural” y “Social Education in a Global World” que imparten los profesores Rafael Calvo y Yolanda Ruiz respectivamente, en colaboración con el Programa de Acercamiento Intergeneracional.

En el proyecto han participado un total de 67 estudiantes y más de 130 personas mayores institucionalizadas. Además, ha tenido un pequeño tinte «intercultural» en alguna de las residencias, ya que se contó con la presencia de una estudiante Erasmus alemana y una internacional de Corea del Sur, siendo para ellas un aprendizaje cultural de primera mano.

El proyecto se ha desarrollado en ocho centros residenciales de Burgos (Cortes, San Agustín, San Julián y San Quirce “Barrantes”, Hermanas Hospitalarias, Angélicas, Colisee, Domus VI y Santa Teresa de Jesús Jornet)

Se han realizado actividades corporales rítmico expresivas, siempre tutorizadas por el profesorado de las asignaturas implicadas y adaptadas a las personas mayores participantes, que han permitido trabajar entre otras habilidades: el movimiento, la coordinación motriz, el ritmo, la gesticulación, la comunicación, la expresión corporal, la respiración, el control postural y el sentido del humor.

Las tres fases del proyecto consistieron en una primera toma de contacto en los centros para conocer al grupo de personas mayores participantes, su perfil y expectativas. Dinámicas de presentación. A continuación, se realizaron los talleres prácticos sobre el baile y la risa adaptados a las necesidades de cada grupo.

Finalmente tuvo lugar la puesta en común de los resultados de la actividad, grado de satisfacción y cumplimiento de los objetivos y dinámicas de despedida.

El objetivo prioritario era el de atender la necesidad de la población de personas mayores institucionalizadas de mantener un bienestar emocional positivo, a través de la interacción con personas más jóvenes.

Las valoraciones recibidas, constatan que este objetivo se ha cumplido, como reflejan los comentarios de los participantes. Cada viernes estaban nerviosos esperando la visita de los estudiantes.

Las actividades han sido muy dinámicas, se han divertido. Les ha gustado mucho el poder realizar la actividad en conjunto con un colectivo joven, motivado y dinámico”

Desde los centros señalan que: “los mayores han mejorado de forma positiva. Acudían encantados y recordaban las sesiones los días posteriores y han mejorado el estado a nivel social y emocional”

Una de las principales conclusiones recogidas ha sido, según los responsables del proyecto que “a los mayores les ha aportado alegría e interés por las actividades, les ha hecho pensar menos en los achaques de la edad y en cosas negativas a las que suelen dar vueltas y se sienten importantes, valorados”

El contacto intergeneracional, como algo aconsejable en todas las etapas de la vida y como “a los mayores interactuar con jóvenes les hace sentirse importantes” también es otra de las conclusiones del proyecto.

Otro de los comentarios más repetidos ha sido que participar en la actividad ha supuesto para los mayores “un cambio de rutina y un momento agradable para ellas, por lo que creemos que ha sido muy beneficioso a nivel emocional”.

Estos y otros comentarios similares hacen que la intención sea continuar con el proyecto en próximos cursos introduciendo algunas mejoras.

Además, los resultados de las evaluaciones de satisfacción del alumnado con el proyecto han sido sumamente positivos, ya que la gran mayoría manifiesta que ésta, ha sido una experiencia realmente enriquecedora, donde han tenido posibilidad de interactuar de manera cercana con el colectivo de personas mayores, del que han aprendido mucho.

Destacar que el 75,5% del alumnado está dispuesto a realizar voluntariado con este colectivo después de esta experiencia, de hecho, un grupo de estudiantes va a iniciar esta misma semana un proyecto de voluntariado en una de las residencias participantes.

Después de años de colaboración entre la Universidad y diferentes residencias para personas mayores, queda clara la necesidad de este tipo de proyectos que promueven actividades que hacen que las personas que viven en estas instituciones se sientan parte de la comunidad, escuchadas, importantes y con ganas de seguir sonriendo y Viviendo.

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