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La Junta de Castilla y León invierte más de 5M de euros al año en el mantenimiento de los centros emisores de la televisión digital

Según la normativa que rige en España sobre la TDT, las cadenas de televisión tienen obligación de llevar su señal a un determinado porcentaje de la población nacional; concretamente, RTVE debe llegar al 98 % y las cadenas privadas de ámbito nacional al 96 %. Sin embargo, se trata de un cómputo a nivel nacional, lo que supone que en una Comunidad Autónoma tan extensa y, a su vez, tan escasamente poblada y con difícil orografía en muchas zonas como Castilla y León, las cifras reales de cobertura de estas cadenas son notablemente inferiores (aproximadamente un 86 %).

Con el fin de evitar que un 14 % de la población de la Comunidad quedase sin poder recibir la señal de TDT, la Junta de Castilla y León puso en marcha una red de centros emisores de TDT que complementara la cobertura alcanzada directamente por las cadenas, de manera que se consiguiera llevar la señal a la mayor parte posible de la población.

Este cambio de tecnología supuso un gran esfuerzo técnico y financiero para la Junta de Castilla y León, que se concretó en una inversión de 45 millones de euros para el despliegue de una red de 650 centros emisores, gracias a los que se consigue que la señal de las cadenas de televisión nacionales llegue al 99 % de la población. Dentro de este proceso de transición se llevó a cabo también una ampliación de cobertura de las cadenas autonómicas, que consiguen incrementar su cobertura desde el 80 % inicial hasta el 94,5 % en la actualidad.

No obstante, existen zonas a las que la señal de TDT de algunas cadenas sigue sin llegar en condiciones que permitan visualizarla, para las que existe como solución alternativa la instalación de antenas parabólicas que permitan recibir las emisiones desde satélite. Durante las años 2010 y 2011, la Junta facilitó 4.500 de estos sistemas de recepción a los vecinos empadronados en zonas de sombra que lo solicitaron. La instalación de antenas parabólicas sigue siendo posible, también para segundas residencias, de modo que en Castilla y León existen actualmente más de 11.000 receptores de satélite instalados.

Entre 2010 y 2015, el panorama de las emisiones de TDT ha sufrido importantes cambios, con la aparición de nuevos canales en 2010 (que fueron posteriormente cerrados en cumplimiento de una sentencia del Tribunal Supremo) y la concesión de nuevas licencias de canales que ha tenido lugar el año pasado. Para poder difundir estas nuevas cadenas, la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información ha habilitado nuevas frecuencias de emisión a nivel nacional que no existían en 2010, lo que ha traído los sucesivos procesos de resintonización de canales que han tenido lugar en el último año.

Como consecuencia de estos cambios, se producen una situación que afecta a las zonas rurales de Castilla y León. Dado que la red de centros emisores de la Junta no tiene capacidad para la difusión de un número tan elevado de canales y que algunas cadenas de televisión tienen que cambiar su frecuencia de emisión por orden estatal y pasar a las que han sido habilitadas recientemente, no pueden ser emitidos por la red de la Junta de Castilla y León. Este es el caso de 13TV, que se ha visto obligada a pasar su señal a una nueva frecuencia, lo que provoca que no pueda ser sintonizada en una parte del medio rural de la Comunidad.

Mantener en funcionamiento esta compleja red de centros emisores supone, además, la inversión anual de una importante cifra económica, que supera los cinco millones de euros. Este servicio de mantenimiento atiende a los problemas de funcionamiento que puedan producirse y que ocasionen fallos en la recepción de señal. En caso de que se detecten dichos problemas, pueden comunicarse por medio del teléfono de información 012.

No obstante, para ver de forma correcta la TDT es necesario tener una instalación de recepción en buenas condiciones, con una antena adecuada para recibir la señal que, además, deberá estar correctamente orientada hacia el centro emisor que mejor calidad de señal ofrezca. Es frecuente que, con la intención de recibir algún canal de televisión adicional, las antenas se orienten hacia emisores más lejanos, lo que hace que la señal pueda llegar con más interferencias de las deseables.

Incluso en el caso de que se disponga de una instalación adecuada y revisada por un instalador debidamente acreditado y cualificado, hay otras posibles fuentes de problemas en la recepción de la señal. El caso más frecuente se debe a los cambios climatológicos, que provocan variaciones en la propagación de la señal y hacen que se produzcan interferencias y que las cadenas no se puedan visualizar correctamente.

En los últimos meses están apareciendo también interferencias derivadas de la puesta en funcionamiento de nuevas estaciones de telefonía móvil 4G por los operadores, cuya señal puede afectar a la recepción de la televisión. Para resolver este tipo de incidencias, los operadores están obligados por el Estado a la instalación gratuita de filtros en las antenas de las casas afectadas; en caso de que se sospeche de la posibilidad de un problema de este tipo, se deberá notificar al teléfono 900 83 39 99.

Para mejorar los servicios de telecomunicaciones, el pasado mes de marzo el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, se reunió con todos los presidentes de las diputaciones provinciales con el fin de constituir una mesa de carácter técnico compuesta por funcionarios de la Dirección General de Telecomunicaciones y técnicos de cada una de las diputaciones provinciales.

Esta mesa tendrá como misión la de detectar dónde están los problemas de recepción de la señal de televisión y sus causas, y proponer soluciones para cada caso en particular. Así mismo, durante el presente año, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente iniciará una campaña para facilitar antenas para la recepción de la televisión digital por satélite en los lugares con problemas de cobertura.

La televisión nació en España en 1948 y, tras varios años de pruebas de emisión de imagen y sonido desde los estudios de Radio Nacional en el Paseo de la Habana de Madrid, el 28 de octubre de 1956 comienzan las emisiones regulares de Televisión Española.

Con el transcurso de los años fueron incorporándose nuevas emisiones (cadenas autonómicas en los años 80, cadenas privadas en los 90), configurando un escenario con pluralidad de contenidos que es el germen de la televisión actual. De igual modo que crecieron los contenidos en emisión, la cobertura fue incrementándose de forma gradual, primero a las capitales de provincia y, de forma paulatina, también a otras poblaciones. En el medio rural, la ampliación de cobertura de la televisión analógica se produjo, fundamentalmente, gracias a la actuación de ayuntamientos y diputaciones provinciales.

En el año 2007 se define el proceso mediante el cual se producirá el final de las emisiones de televisión analógica, fechado para el 3 de abril de 2010, momento en el que sólo deberán permanecer activas emisiones de televisión digital terrestre (TDT). Este proceso es regulado por el Estado como autoridad competente en materia de telecomunicaciones.

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