Alfredo García (Operador Nuclear) protagonista de una nueva cita de Hubers

En esta edición de HUBERS nos proponemos arrojar luz con datos, conocimiento y voces expertas sobre la realidad energética de nuestro país, más allá de eslóganes o prejuicios. Un encuentro que tendrá como protagonista a Alfredo García, conocido en redes sociales como “Operador Nuclear”.
Ingeniero y divulgador de referencia en el ámbito de la energía nuclear, ha conseguido llevar el conocimiento técnico a un público amplio, desmontando mitos y ofreciendo una visión rigurosa sobre una de las tecnologías más debatidas del siglo XXI.
A través de su intervención “Radiografía sin prejuicios de la energía nuclear”, se abordarán temas como: El papel de la energía nuclear como fuente firme, continua y baja en emisiones; Su aportación a la seguridad del suministro en un sistema cada vez más electrificado; Qué hay detrás de los miedos sociales y cómo se gestionan los residuos, la seguridad o el desmantelamiento; Cómo encaja la nuclear en un mix que incluya renovables, almacenamiento e innovación tecnológica.
Una propuesta que busca desmontar mitos desde la información, paso para tomar decisiones con sentido. «Solo entendiendo los datos, y no dejándonos llevar por el miedo o los prejuicios, podremos construir un modelo energético realista y sostenible».
Una propuesta que llega a Burgos en un momento decisivo para el país en materia energética. La necesidad de descarbonizar el sistema, reducir la dependencia exterior y garantizar el suministro eléctrico seguro y competitivo está marcando la agenda de gobiernos, empresas y ciudadanía.
Pero este reto no está exento de tensiones: subidas de precios, riesgos de intermitencia, incertidumbre regulatoria y una transición que exige decisiones valientes y con base técnica.
En este contexto, la energía nuclear, junto a otras tecnologías clave como el hidrógeno verde, la energía solar, la eólica o los biocombustibles, se sitúa en el centro del debate sobre el mix energético del futuro.
¿Qué papel debe jugar cada una? ¿Podemos prescindir de unas y confiar únicamente en otras? ¿Qué riesgos asumimos como sociedad si priorizamos la ideología frente a la evidencia?