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Magnífico fin de curso del Coro y la Orquesta de la UBU

Soberbio, fantástico, inolvidable…”, fueron algunos de los calificativos que se escucharon tras el concierto del Coro y la Orquesta de Cámara de la Universidad de Burgos en el Auditorio de Cajacírculo después de la interpretación del Kyrie y el Gloria de la «Missa pro Pace» escrito por el profesor de la Universidad de Burgos y compositor musical Javier Centeno.

“La música es una forma de soñar juntos y de ir a otra dimensión”, así se expresaba el compositor en sus redes sociales. Lo cierto es que el concierto emocionó tanto al público como a los músicos que asistieron a este evento organizado por la Sociedad Filarmónica de Burgos, bajo la dirección compartida de Javier Centeno, director del Coro de la UBU «Ars Cantus»; y del director de la Orquesta de Cámara de la UBU, Ignacio Nieto.

Era la primera vez que ambas agrupaciones musicales actuaban conjuntamente en la capital burgalesa junto a cinco magníficos intérpretes burgaleses, el pianista Diego Crespo y el violonchelista Vicente Marín y los solistas vocales la soprano Beatriz Valbuena y las mezzosopranos Raquel Rodríguez y Laura Hermoso.

Durante el concierto se interpretaron obras de John Rutter, Allan Naplan, Bill Douglas, Bob Chilcott, Josef Hadar, J. Haydn, Manuel Ponce y Javier Centeno.

La «Missa pro pace» de Javier Centeno está compuesta en recuerdo a todos aquellos que han perdido su vida en conflictos bélicos y en especial en homenaje a los muertos en la guerra de Ucrania. Pero también los directores y el Coro y la Orquesta de la Universidad quisieron rendir un homenaje póstumo al que fuera presidente de la Filarmónica de Burgos José Manuel Alegría de Rioja.

La sonoridad de la composición de esta obra es de un carácter tonal, minimalista y claramente actual. La parte del Kyrie es un homenaje a J. S. Bach, dado que su escritura se construye a partir de la base armónica de su célebre Aria en Re mayor, perteneciente a la tercera suite para orquesta BWV 1068 y compuesta alrededor de 1730; sin duda, una de las páginas orquestales más conocidas escritas por J. S. Bach (1685-1750).

Hay que añadir otra particularidad de la obra, que es la escritura exclusivamente para voces femeninas, dado que este tipo de agrupación es infrecuente en los escenarios, si la comparamos con el número de coros de voces mixtas existente en la actualidad.

El compositor ha querido imprimir en esta obra un carácter luminoso y esperanzador, no exento de emotividad, pero sí más alejado del lenguaje profundo y complejo de otras obras anteriores, como puede ser su «Réquiem por Alfonso VIII y Leonor de Plantagenet» para coro, orquesta sinfónica y soprano solista.

Una clausura muy especial

Para Javier Centeno ha sido un cierre de fin de curso muy especial, lleno de calidad musical y humana. En su opinión, la unión entre los jóvenes miembros de la orquesta y el coro es fantástica y pedagógicamente una experiencias que no tiene precio. También estima extraordinaria la colaboración entre los dos colegas universitarios.

Centeno y Nieto y, en definitiva, la Universidad de Burgos han tenido la fortuna de sumar, a las preciosas voces del coro y la maestría de los músicos de la UBU, las de grandes músicos como Diego Crespo, Vicente Marín y de las solistas Raquel Rodríguez, Beatriz Valbuena y Laura Hermoso.

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