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La Junta protege el Campo petrolífero de Ayoluengo con la incoación como Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjunto Etnológico

Castilla y León acoge en su territorio un extenso patrimonio cultural, destacando de manera importante el patrimonio minero, que encabeza un bien patrimonio de la Humanidad como Las Médulas, junto con otros Bienes de Interés Cultural, como el Pozo Ibarra en Pola de Gordón, el complejo minero de Puras de Villafranca, el Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León, el recién declarado conjunto minero de Fabero y a partir de hoy este conjunto etnológico del Campo Petrolífero de Ayoluengo.

Se avanza así en una importante apuesta de la Consejería de Cultura y Turismo para proteger el patrimonio industrial, como parte integrante del patrimonio cultural de Castilla y León. Como ya anunció el consejero al inicio de la Legislatura, se quiere promover el reconocimiento cultural, protección y declaración como Bien de Interés Cultural, de conjuntos complejos y de aquellas tipologías menos representadas en los catálogos del patrimonio cultural. Dentro de esta programación se incluyen bienes del patrimonio industrial, como este campo petrolífero en Sargentes de la Lora.

El director general de Patrimonio, Gumersindo Bueno, ha explicado que “estamos asistiendo a un cambio de paradigma en el concepto de patrimonio cultural, que se ve ampliado con nuevas categorías como la del patrimonio minero y la oportunidad de poder incorporar las instalaciones industriales que van cayendo en desuso”. Para ello, la Consejería de Cultura y Turismo viene trabajando estrechamente con el Ayuntamiento de Sargentes de la Lora, con el fin de preservar el patrimonio cultural que atesora este municipio.

”Hemos mantenido varias reuniones con el Ministerio de Cultura y Deporte y con el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, con el fin de poder compatibilizar el desmantelamiento de algunas centrales, según establece la política sobre energías renovables, con la protección del importante valor cultural que atesoran, ya que son bienes del patrimonio industrial, testimonio de una forma de vida del pasado de nuestro país y del contexto socioeconómico de otras épocas”, ha asegurado el director. .

En este sentido, ha señalado que hay que aunar esfuerzos entre todos para conservar algún resto de estas fábricas y elaborar una adecuada documentación, que permita transmitir a las siguientes generaciones una memoria de lo que hubo, y así no perder este valioso patrimonio cultural.

Desde el punto de vista del patrimonio cultural, se considera de valor relevante y singular, y por lo tanto protegido en la declaración de Conjunto Etnológico, el territorio y paisaje constituido por el campo petrolífero, incluidas las instalaciones y elementos que son consustanciales a la actividad desarrollada en ellos y que ayudan a comprender el bien cultural, su función y que contribuyen a la creación del paisaje industrial que debe protegerse, así como el archivo de toda la documentación generada por la explotación a lo largo de su historia.

Lugar pionero

El campo petrolífero de Ayoluengo constituye un lugar pionero en su género con una tipología única, que se configura como un paisaje industrial perfectamente definido y delimitado. Todo este conjunto de bienes materiales e inmateriales de la explotación industrial que tiene lugar en el campo petrolífero de Ayoluengo durante un periodo de 50 años, ha dado lugar a una transformación radical del territorio, conformando un paisaje antropizado, un paisaje industrial testimonio de un proceso económico transformador de un espacio y realidad social.

Desde el punto de vista de sus características técnicas, constituye un ejemplo perfecto de un sistema de explotación de petróleo, que permite conocer todo el proceso de explotación industrial de hidrocarburos y sus distintas fases de explotación, perforación y producción. Este conjunto industrial mantiene en la actualidad numerosos elementos e instalaciones de la concesión, fácilmente visibles en el paisaje y que permiten identificar la explotación petrolífera a cualquier persona que se acerque a ese territorio.

Pero los aspectos técnicos y tecnológicos de este lugar no son los únicos importantes. Desde el punto de vista cultural, la explotación petrolífera de Ayoluengo tuvo unas implicaciones socioeconómicas importantes en la comarca, modelando no solo el paisaje de la Lora, sino también el modo de vida de sus habitantes. “Tiene un gran valor etnológico por ser testimonio y memoria viva de una época.

La explotación supuso un cambio sociológico y económico para una comarca hasta entonces dedicada en exclusiva a la agricultura, que se incorporó al desarrollo industrial que se iniciaba en España. Y un valor sociológico de gran relevancia que permite ver la importancia que ya tuvo desde sus inicios, porque, además de su papel en el desarrollo económico de la comarca, el campo petrolífero fue y es hoy un símbolo de identidad de la zona y de la vida de sus habitantes, muchos de los cuales han trabajado en sus instalaciones”, ha señalado Bueno.

Por tanto, el valor patrimonial singular y relevante se complementa y enfatiza con el aporte que les agrega la comunidad social de la actividad minera, que los convierten en agentes activos de una tarea de conservación, transmisión y difusión, tarea que se comparte con las instalaciones del Museo del Petróleo, promovido por el Ayuntamiento de Sargentes de la Lora, único en España. El director le ha felicitado por esta iniciativa: “Este espacio se ha convertido en el referente científico para el conocimiento de la formación geológica de los hidrocarburos, sus técnicas de exploración, detección, explotación y fases de producción, usos y derivados del petróleo.

Resulta un elemento esencial para la comprensión del Bien de Interés Cultural y un elemento esencial para su gestión y puesta en valor, que, desde otros ámbitos, también se refuerza con su pertenencia al Geoparque de las Loras reconocido por UNESCO o al Parque Natural de las Hoces del Alto Ebro y Rudrón”.

Igualmente, ha reconocido al Ayuntamiento el trabajo que desde hace años lleva realizando a favor de este patrimonio, cuya protección jurídica hoy alcanza con la incoación como Bien de Interés Cultural.

Y ha animado tanto a los vecinos, como al Ayuntamiento, a que sigan conservando este patrimonio heredado como lo han hecho hasta ahora, recordándoles que cuentan con el apoyo de la Consejería de Cultura y Turismo que sigue avanzando en fortalecer los conjuntos históricos y etnográficos de esta Comunidad, conscientes de las enormes posibilidades que nuestros recursos patrimoniales y naturales ofrecen como generadores de empleo y de desarrollo para nuestros ciudadanos y para los territorios.

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