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Salud mental y arte se unen en un Curso de Verano sobre la soledad

Se ha celebrado la penúltima jornada del Curso de Verano “El hombre y su soledad”, patrocinado por la Facultad de Teología. Esta jornada ha contado con la participación del burgalés Alfonso Salgado, catedrático en Psicología en la Universidad Pontificia de Salamanca, y de la pintora burgalesa Verónica Alcácer del Río.

Salgado ha desarrollado múltiples investigaciones sobre diversos temas, como la drogodependencia en los jóvenes o la ansiedad social. En su conferencia, el catedrático ha tratado la soledad desde el punto de vista de la psicología. Ha enunciado las claves para ayudar a combatir la soledad en las personas mayores que viven en residencias: fomentar la escucha activa, la dignidad del anciano, la escucha activa y la espiritualidad, entendida como hacer saber a la persona mayor que la quieres. “El mejor remedio para que los mayores no se sientan solos es que no lo estén”, afirma. Alfonso Salgado.

Este profesor establece una clara diferencia entre el aislamiento (estar solo) y la soledad (sentirse solo), es decir, la valoración de que las relaciones sociales que tengo no son satisfactorias para mí. La soledad afecta sobre todo a las personas mayores y a los adolescentes. Las redes sociales nos permiten estar en contacto con personas con las que no podemos estar físicamente. Sin embargo, las redes restan tiempo para las relaciones de tú a tú. “Lo que nunca hará Instagram, Telegram o WhatsApp es darte un abrazo o un beso”, recuerda.

Por su parte, Verónica Alcácer (conocida como ‘La niña Vero’ en el mundo artístico) estudió Bellas Artes y ha trabajado en cooperación internacional en Jerusalén y en África, así como en proyectos de paz y de ayuda a personas sin recursos. En su conferencia, titulada “La soledad sonora”, la artista ha elegido autores que han creado su obra desde una soledad intensa, como Leonardo da Vinci, Van Gogh o Darwin, que tardó mucho en publicar su teoría de la evolución humana por respeto a su fe católica. Asimismo, desde un punto de vista más personal, Alcácer ha relatado cómo encontró la soledad.

Afirma que, en su caso, la soledad es un elemento “absolutamente positivo” para la creación artística. “Es en la soledad donde uno encuentra la autenticidad del ser, donde encuentra su propia originalidad y una escucha al todo desde el yo, sin contagio de los otros”, asegura.

Este Curso de Verano termina mañana con una jornada en la que se abordará la relación entre soledad y religión y entre soledad y contacto con la naturaleza.

El curso finalizará con la intervención de cuatro profesionales de diversos perfiles, que participarán en una mesa redonda titulada: “La soledad impuesta (ancianos, abandonados e inmigrantes).

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