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El Cayac de Ibeas acoge la muestra ‘Una mirada natural. Fauna burgalesa’, recreación de la vida animal de la provincia de Burgos

El Museo de la Evolución Humana (MEH) ha presentado en el Centro de Acceso a los Yacimientos (Cayac) de Ibeas de Juarros la exposición ‘Fernando Fueyo. Una mirada natural. Fauna burgalesa’, realizada con la colaboración de Fundación Caja de Burgos, propietaria de las obras expuestas.

La muestra se podrá ver hasta el 2 de octubre de forma gratuita, en horario de apertura del Cayac. Esta exposición es un resumen artístico de la contribución de Fernando Fueyo al mundo de la representación de la vida animal de la provincia de Burgos. Así, muestra el trabajo que, entre los años 2008 y 2010, el artista asturiano inició en una serie de publicaciones que, con el título genérico de ‘Una mirada natural’, abordaban en tres entregas la fauna, los árboles y los espacios geológicos más significativos de la provincia burgalesa.

Está compuesta por luminosas acuarelas dedicadas a la fauna burgalesa de pulcritud y precisión imposibles, de acertados colores, ajustado trazo, evocadores fondos y, sobre todo, de latente dinamismo. ‘Una mirada natural’ resume así el viaje de dos druidas astures, el ilustrador Fernando Fueyo y el periodista y divulgador Benigno Va­rillas, transformados en reposados exploradores de los paisajes burgaleses. Una expedición en la que, como en tiempos hicieran los aventureros del XVIII, el pincel y la pluma (las acuarelas de Fueyo, los textos de Varillas) nos revelan la excepcional belleza de nuestro rico medio natural; animales, árboles y piedras constituyen las tres escalas de este viaje que ahora se inicia con una aproximación a la fauna burgalesa.

Sobre el trabajo de Fernando Fueyo
Con frecuencia da la sensación de que sus animales contienen el aliento de la inmediata actividad. Parecen a punto de pasar a la acción, son seres orgánicos. En esa magia, en ese difícil equilibrio entre el momento detenido y el dinamismo latente, radica la fuerza de la pintura de Fernando Fueyo. Él observa, anota, reflexiona y evoca. A veces, tras pasar un largo tiempo, recupera de su memoria el color adecuado, el gesto perfecto, el brillo exacto de lo contemplado. De este modo consigue que cada nueva obra posea esa sensación de inmediatez, de espontaneidad y ligereza que han hecho de Fueyo un artista único

Trayectoria
Como ilustrador Fernando Fueyo ha ejecutado trabajos de muy diversa índole, como fueron los encargos del Ministerio de Cultura, Patrimonio Nacional y Principado de Asturias sobre arquitectura neoclásica, románico en Zamora y prerrománico asturiano. Recientemente la Fundación Rafael del Pino le encargó dos grandes murales, instalados en 2005 y 2007, que recrean la historia del universo y de la vida y los grandes hitos de la humanidad.

Razón aparte merecen los grandes proyectos científicos y artísticos, dedicados al estudio del hábitat del quebrantahuesos en Turquía (1992), con el CSIC, en Nepal en 2003, con la Fundación Biodiversidad, y en 2007 en Chad, con la Fundación para la Investigación y el Desarrollo Ambiental, en un trabajo de documentación del ecosistema humano, botánico y animal del Parque Nacional de Zakouma.

Entre los destacados galardones que ha recibido destacan el Premio Internacional –por dos veces– de la Sociedad Científica de la Ciencia y la Ilustración y el Premio Imagen de la prestigiosa Sociedad Geográfica Española. No en vano, se trata del más admirado de los artistas ilustradores de naturaleza. Sus imágenes han servido de espolón para generaciones de defensores de la naturaleza que han conocido, a través de las publicaciones periódicas Quercus, Natura, Biológica, Conocer, Ambiental, Muy interesante, El País o El Mundo, la rica variedad que atesora nuestro ame­nazado patrimonio. En esa faceta de divulgador sobresalen algunas publicaciones como Árboles Notables de Asturias (1999), Libro del Agua (2003) y Atapuerca (2004).

Entre medias se entrecruzan decenas de exposiciones celebradas a lo largo de los años, como su ya lejana y memorable participación en la Bienal de Zamora de 1976, muestras en Alemania (1980), Japón (1985) y Portugal (2000), Universidad de Alicante, Doñana (2003) o Fundación Atapuerca (2010), que continuarán en breve de la mano del Instituto Cervantes por Amán (Jordania) entre otros lugares.

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