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La Receta electrónica denominada RECYL ya es una realidad en Burgos

La receta electrónica, denominada RECYL, es un servicio puesto en marcha por el Servicio de Salud de Castilla y León, junto con las oficinas de farmacia, que surge como consecuencia de la evolución de las tecnologías de la información y la comunicación y su progresiva incorporación al Sistema Nacional de Salud, con la voluntad de facilitar a los usuarios la disposición, accesibilidad y seguridad de los medicamentos y productos sanitarios que su médico les prescriba.

Ventajas de la receta electrónica
Las ventajas del nuevo sistema serán tanto para pacientes como para profesionales sanitarios. Los pacientes apreciarán una comodidad y facilidad de acceso a su medicación, una información continuada sobre el tratamiento en la llamada hoja de medicación, documento que recoge toda el tratamiento que el paciente está tomando, y una aplicación del límite de aportación mensual de los pensionistas.

Con esta medida, el personal sanitario percibirá una mejora en la calidad asistencial optimizando sus tareas relacionadas con la medicación, optimizando el proceso de dispensación mediante el acceso directo al tratamiento completo del paciente. Y, de igual manera, una mejora en la coordinación entre los profesionales sanitarios, además de una mejora sustancial en la seguridad asociada a los procesos de prescripción y dispensación.

El procedimiento establecido para iniciar el pilotaje de la receta electrónica es el siguiente: el paciente acude al médico con la tarjeta sanitaria, éste accede a la historia clínica formalizada, realiza el diagnóstico y establece el tratamiento que queda registrado en el Sistema de Receta Electrónica. Finalmente, emite la hoja de medicación que entrega al paciente.

A continuación, el paciente acude a la oficina de farmacia con su tarjeta sanitaria. El farmacéutico la pasa por el lector y accede al tratamiento, procediendo a dispensar los medicamentos prescritos para un período mínimo de 28 días.

Si se diera el caso de que fuera un tratamiento crónico, el paciente acudirá de nuevo directamente a la farmacia, 28 días más tarde o cuando los envases dispensados estuvieran próximos a su finalización.

Paulatinamente, los pacientes se irán incorporando al sistema, a la vez que las recetas de papel irán desapareciendo y únicamente bastará con presentar la tarjeta sanitaria. Como excepción se mantendrá la impresión para los casos en los que fuera necesario.

Otro aspecto en el que la Junta de Castilla y León está trabajando es en la obtención de la retirada de las recetas electrónicas en cualquier farmacia del territorio nacional, con independencia de la comunidad autónoma en la que se haya realizado la preinscripción.

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