Carolina Blasco pide la adaptación de la recogida puerta a puerta a los horarios de los establecimientos
La portavoz del Grupo Municipal Popular del Ayuntamiento de Burgos, Carolina Blasco, ha solicitado este viernes la adaptación de la recogida de residuos puerta a puerta a los horarios de los establecimientos.
Tras mantener contactos con el sector comercial y de la hostelería, Blasco ha querido hacerse eco de las múltiples quejas que conlleva el nuevo servicio, ya que “en absoluto se ha diseñado pensando en la actividad empresarial”.
En primer lugar, ha dejado constancia de que los horarios de recogida no se adaptan a las necesidades del empresariado en general, ya que, si bien están pensados para la actividad comercial, suponen un auténtico quebradero de cabeza para el sector de la hostelería.
En este sentido, ha advertido que nada tiene que ver el horario de un pub, con una cafetería o un restaurante, por lo que a su juicio el servicio debiera adaptarse en función de las características del establecimiento, y no al revés.
En segundo lugar, ha trasladado el malestar de los empresarios de la hostelería por la obligación de disponer de diferentes contenedores en el interior de sus establecimientos, lo que ha generado no pocos problemas para los negocios, tanto por la logística, como por los horarios de recogida, ya que obligan a sacar los cubos con la clientela en el establecimiento.
Carolina Blasco ha insistido en la importancia de pararse a diseñar un sistema que facilite la tarea a los establecimientos, con un servicio de calidad y que facilite el desenvolvimiento de la actividad, y no lo contrario, como sucede en estos momentos.
También ha advertido del negativo impacto visual que ofrece la imagen de múltiples contenedores junto a las fachadas de los negocios del centro histórico, permaneciendo durante horas en una de las zonas más turísticas de la ciudad.
Por ello, ha pedido que se escuchen las reivindicaciones del sector, que ha calificado de “muy razonables” y se facilite el desarrollo de su actividad diaria, a través de un servicio que mejore las rutinas, tenga un menor impacto visual y garantice la salud pública.
“Hay que conseguir que los empresarios se sientan satisfechos con el servicio que se está dando desde su ayuntamiento y no tensar más la cuerda ante un sistema que es, a todas luces, mejorable. No se trata de convencer a los establecimientos, sino de escuchar sus propuestas”, ha concluido.
