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La UBU abre el curso 22/23 con optimismo, incremento de matrícula y manteniendo ante la Junta su reclamación de mayor financiación

Por primera vez en los tres últimos años como consecuencia de la pandemia, la Universidad de Burgos ha celebrado hoy en su Aula Magna del Hospital del Rey, con lleno completo, el acto de apertura oficial del curso académico 2022-2023.

Un curso que la UBU afronta con optimismo, según afirmó en su discurso el rector Manuel Pérez Mateos. “Aunque no lo parezca -señaló el máximo responsable de la Universidad de Burgos aferrarse al optimismo en una coyuntura preñada de incertidumbres, sonidos de guerra y presagios de recesión, no es un acto de inconsciencia, sino de confianza en nuestras potencialidades.

La Universidad de Burgos sabe de ello y lo viene demostrando a lo largo de sus 29 años de existencia”.

Un optimismo que, en opinión de Pérez Mateos, se cimenta sobre la consolidación en el crecimiento de la matrícula experimentada en los últimos años, sobre los excelentes datos de producción investigadora de la UBU y en la concordancia de las titulaciones impartidas por la institución universitaria burgalesa y la demanda del mercado laboral.

Durante su discurso de apertura, el rector burgalés agradeció a la consejera de Educación, Rocío Lucas, presente en el acto, el “incremento apreciable de la financiación” por parte de la Junta de la Universidad de Burgos, proporcional al experimentado por el resto de universidades públicas de la región, si bien matizó Pérez Mateos “junto a este agradecimiento, debo señalar que persiste una diferencia estructural desde su creación que sitúa la financiación de la Universidad de Burgos en torno a casi 5.000 euros menos por empleado respecto a la media de las otras tres universidades públicas, lo cual supone unos 6 millones de euros menos en capítulo 1.

Creo que es de justicia y perfectamente legítimo reclamar que se vaya reduciendo ese agravio comparativo inaceptable que no tiene justificación. Bastaría con hacer realidad en Burgos el anuncio que hizo el presidente de la Junta en 2019 de incrementar en un 10% la financiación de las universidades públicas.

Es algo imprescindible para cumplir con eficacia el servicio que nos encomienda la sociedad, que es quien, a la postre, sufraga esa financiación. A mayores, solicitamos que se establezca un programa que financie las universidades en base a los objetivos y en función de sus méritos”.

Igualmente, el rector resaltó que la UBU ha sido capaz de consolidar las cifras de matriculación, con un incremento acumulado en los tres últimos años de más del 20%, “gracias especialmente a la capacidad de atracción de estudiantes de fuera del distrito universitario de Burgos, que este curso suponen el 60% de los de nuevo ingreso”.

Futuro campus de Miranda de Ebro

Tras recordar que durante el curso 23/24 la Universidad de Burgos pondrá en marcha tres nuevos grados (en Industria para la Empresa Digital, en Ciencias Gastronómicas y en Psicología) que vendrán a reforzar la tasa de empleabilidad de sus egresados, superior a la media nacional, el rector señaló que resultará “especialmente significativa será la apertura de un nuevo campus en Miranda de Ebro, con un Grado dual impartido conjuntamente con la empresa que cuenta con el apoyo decidido de la sociedad mirandesa, de su ayuntamiento y de su excelente sector industrial, puntero en ámbitos aeronáutico y logístico, entre otros.

Para ello contaremos con el firme apoyo del Gobierno autonómico en este ilusionante proyecto estratégico”.

En el ámbito de la investigación, Pérez Mateos subrayó que “a pesar del déficit estructural de inversión en investigación, muy por debajo de la media del resto de países europeos y de la OCDE, la Universidad de Burgos ocupa la quinta posición en el sistema universitario español y la primera de la región en rendimiento global, en docencia y en investigación e innovación.

Sólo 10 universidades españolas presentan índices superiores a los de la de Burgos en investigación e innovación, según los últimos datos del U-Ranking que utiliza una información que no procede de las universidades sino del Sistema de información Universitario Español. Y ello con un presupuesto dos o más veces inferior al de las universidades con las que compartimos posiciones”.

Datos que son posibles gracias a que “en los últimos cinco años, la Universidad de Burgos ha incrementado en un 250% la financiación de proyectos ejecutados por los Grupos de Investigación Reconocidos. Una financiación que alcanza los 18 millones de euros. De los cuales, casi 7 corresponden a la ejecución de 40 proyectos europeos en vigor, ostentando una vez más la primera posición regional en proyectos internacionales».

Antes de desear suerte y un provechoso curso a los cerca de 8.500 alumnos que este año estudiarán en la Universidad de Burgos, un 2% más que el curso anterior, quiso resaltar las políticas adoptadas para llevar a cabo el rejuvenecimiento y estabilización de la plantilla de PDI y PAS, recordando que “a lo largo de este mandato rectoral, convocar 55 Cátedras, casi el doble de las 30 existentes en 2016; 81 plazas de Titular, un 40% de las que había y casi el doble, exactamente el 96%, de las plazas existentes de Contratado Doctor.

Y lo que mayor orgullo nos produce por lo que supone de futuro: hemos convocado 103 plazas de Ayudante Doctor frente a las 46 que había al principio de legislatura, más del doble de las existentes tras 22 años de historia. Datos que no tienen precedentes y que ha permitido eliminar las bolsas de espera a Catedrático o Titular y la supresión de convocatorias de interinos».

Durante el acto oficial de apertura del nuevo curso académico, que por primera vez contó con la colaboración de dos interpretes de lengua de signos de la asociación Aransbur, se hizo entrega de la medalla de Alfonso VIII a 66 docentes y miembros del PAS, así como del Premio Extraordinario Fin de Estudios a 63 estudiantes, a los que el rector calificó como “lo mejor de nuestra institución y lo más prometedor de la sociedad”.

2021/2022, un curso para la esperanza

Previamente, el secretario general de la institución, Julio Pérez Gil, desgranó los datos más significativos de la memoria del curso 2021/2022, destacando el incremento de la matriculación habido el pasado curso, un 4% respecto del anterior, y el aumento de los alumnos de modalidad online, que sumaron más de 1.300 en ese curso. Igualmente, Pérez Gil señaló la creación del programa UbuRefugio como el marco útil para acoger a 26 estudiantes procedentes de Ucrania, así como la firma de 462 convenios de prácticas, con 252 entidades colaboradoras ubicadas en 29 provincias españolas.

El incremento significativo de los resultados de investigación, con un aumento del 100% de los contratos a investigadores y técnicos de apoyo respecto a los existentes en 2016, y el crecimiento de la publicación de artículos científicos, más de 800 el pasado año frente a los 560 de 2016, fueron otros de los puntos en los que el secretario general hizo hincapié en su discurso.

Por último, Pérez Gil, resaltó que la UBU ha proseguido en su apuesta por la digitalización y la administración electrónica, así como como su impulso en internacionalización, como deja patente el aumento, en los últimos 5 años, del 400% en el número de estudiantes internacionales que cursan estudios en la Universidad de Burgos.

El futuro de la contabilidad pasa por la información en sostenibilidad

El catedrático del área de Economía Financiera y Contabilidad Carlos Larrianga fue el encargado de pronunciar la lección inaugural y lo hizo bajo el título “Cuenta y razón: del pasado al futuro de la contabilidad”

En su lección, el catedrático burgalés explicó como “en los últimos dos años han proliferado los marcos normativos internacionales de informes de sostenibilidad, incluyendo el proyecto de reforma de la directiva europea, las normas internacionales de contabilidad de la IFRS Foundation o las del European Financial Reporting Advisory Group” y destacó la participación en este proyecto de la doctora por la Universidad de Burgos, Mercedes Luque.

Esta vinculación de Burgos con la normativa contable no fue la única que Larrinaga citó en su discurso. “Nos encontramos con una feliz coincidencia contable, pues justo en este año se cumple el quinto centenario de la publicación en Burgos del primer libro que aborda en lengua castellana la contabilidad, el Tratado de cuentas de Diego del Castillo”, señaló.

La influencia de la contabilidad en el pasado, y en el futuro, en el pensamiento y la gestión fue otro de los ejes de la ponencia. “Si la contabilidad del siglo XVI aportó un nuevo conocimiento, una nueva forma de pensar y nuevas maneras de poner en práctica el gobierno y la gestión, de forma que se posibilitó el imperio español, igualmente es improbable que la explosión de informes de sostenibilidad sea inocua para la forma de pensar y valorar las empresas”, vaticina el profesor Larrinaga.

“El futuro de nuestras sociedades solo será posible en un contexto de sostenibilidad ecológica y social. Igualmente, puedo afirmar sin temor a equivocarme que el futuro de la contabilidad incluirá la información de sostenibilidad”, aseveró el investigador.

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