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Mejorar la coordinación de Atención Primaria y Especializada, clave para prevenir el suicidio

Facultativos de distintas áreas coincidieron hoy en Burgos en que es necesario mejorar la coordinación de las distintas áreas implicadas en el circuito sanitario para poder prevenir conductas suicidas. Así lo dejaron claro distintos expertos, que pusieron de manifiesto que se está viendo un ligero incremento de casos, cuando se cumplen dos años del inicio de la pandemia.

Una situación que “debe implicar tanto a Atención Primaria como a Especializada” además de a la persona con ideas o conductas suicidas y a sus familias, en un momento “en el que hay más recursos que nunca para que una situación así no acabe en un suicidio”.

El Colegio de Médicos de Burgos acogió hoy una nueva jornada formativa dirigida a los profesionales de la Medicina impulsada desde la Fundación Científica del Colegio de Médicos de Burgos. Bajo el título: ‘Intervenciones en Suicidio.

¿Cómo podemos mejorar nuestra actuación con los allegados?, se desarrolló una jornada que será moderada por el psiquiatra Felix Martín Herguedas, y en la que participarán como ponentes: Azucena Bobadilla Alonso, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria; Juan Antonio Garcia Mellado, especialista en Psiquiatría; Juan Francisco Lorenzo Gonzalez, especialista en Medicina Interna, y José Amador Martinez Tejedor, especialista en Medicina Legal y Forense.

El suicidio es la principal causa de muerte no natural en España, produciendo 2,7 veces las provocadas por accidentes de tráfico, 13,6 veces más que los homicidios y casi 90 veces más que la violencia de género.

“Estamos en una época postpandémica y sabemos que en la época pandemica hubo menos suicidios, y en este momento están aumentando”, apostilló el psiquiatra y moderador Martín Herguedas, quien indicó que “es el momento de atender una realidad que siempre ha estado ahí y de saber cómo hemos de actuar los profesionales médicos en todo momento”.

Herguedas destacó que las cifras de suicidios a nivel nacional, siguen siendo las mismas que hace unos años, con una media de diezonce casos diarios.

Con 300 muertes por esta causa, el suicidio es, después de los tumores (330 defunciones) la principal causa de muerte entre la juventud española (15 a 29 años). Se calcula que en el año 2020, según el informe que elabora anualmente el Observatorio del Suicidio en España de la Fundación Española para la Prevención del Suicidio, fallecieron fallecido por suicidio 3.941 personas en España, una media de casi 11 personas al día; un 74% de ellas varones (2.938) y un 26% mujeres (1.011).

Así, 2020 se convierte en el año con más suicidios registrados en la historia de España desde que se tienen datos (año 1906). El problema de diagnosticar en AP La médico de Familia Azucena Bobadilla explicó cómo actuar desde Atención Primaria en base a su experiencia profesional. “Si tenemos un paciente con un intento de suicidio lo derivados a Urgencias hospitalarias, pero el problema está en la evaluación de la persona que tiene ideas suicidas”.

“Es más fácil diagnosticar con un fonendo o con una analítica”, reconoció Bobadilla, quien entiende que el diagnóstico de una persona con ideas suicidas es complejo a tenor de la inexistencia de un protocolo que analice tales conductas en un momento en el que los recursos son escasos.

Asimismo, Bobadilla también dejó claro que además de las trabas en el diagnóstico,se producen otros problemas como el tiempo que tarda el paciente con ideas suicidas en llegar hasta un especialista, “que en algunos casos supera los dos meses”. “Es mucho tiempo para algo tan urgente”, concretó Bobadilla, quien entiende que se debe mejorar la comunicación en los distintos niveles
asistenciales.

Unidad Funcional de Prevención de Conductas Suicidas
El jefe de Psiquiatría del Hospital Universitario de Burgos, Juan Antonio Garcia Mellado, explicó que la preparación de los médicos de Atención Primaria y de las personas de confianza del paciente con ideas suicidas pueden entenderse “más eficaces”, según distintos estudios, para evitar los suicidios.

García Mellado puso sobre la mesa el protocolo de prevención de la conducta suicida del Servicio de Psiquiatría y Salud Mental (2012-2021) en el que trabajó para poner en marcha una Unidad Funcional de Prevención de Conductas Suicidas.

Una herramienta que busca asegurar una prevención de cualquier paciente de la provincia de Burgos con una idea o planteamiento suicida. El mismo busca “una atención precoz en menos de 72 horas desde la derivación del paciente” con conductas semanales en la fase inicial (6-8 semanas) y un seguimiento continuado del paciente en los meses posteriores.

La Unidad plantea asimismo un seguimiento del estado emocional del paciente mediante la unidad funcional- a la que se puede acceder vía online-y en la que además de a los facultativos se implica a los vínculos sociales del paciente.

Medicina Forense y Legal en la prevención del suicidio El especialista en Medicina Legal y Forense, José Amador Martínez, explicó que en 2021 se registraron las cifras de suicidio en España de una manera adecuada a tenor de una nueva estrategia de registro de los suicidios lo que “nos da cifras fiables para poder realizar estrategias de prevención”. Así, España se sitúa por debajo de la media Europea, en Burgos 9,2 suicidios por cada 100.000 habitantes con una media nacional que ronda los 10 suicidios por cada 100.000 habitantes.

En otro apartado, avanzó el trabajo que ya están realizando forenses en la comunicación de noticias y la ayuda en la gestión del duelo tras la pérdida de un familiar a consecuencia de un suicidio. Asimismo, dejó claro que “el riesgo de suicidio aumenta de forma considerable en famiias y cercanos del suicida.

Sabemos que en entornos de personas suicidas pueden darse otras conductas suicidas y tenemos que prevenirlo”, apostilló. Asimismo, indicó que uno de las mejoras pendientes en la Medicina Forense está encaminada a mejorar la comunicación con la propia familia cuando ésta conoce la muerte por suicidio de su familiar. “No saben si pueden verlo, a veces no se despiden adecuadamente y tienen muchas preguntas.

Para un médico forense es la situación más compleja a la que nos encontramos”, analizó.

El papel de los familiares: los supervivientes Una de las experiencias más duras la puso sobre la mesa el reconocido médico internista Juan Francisco Lorenzo, quien perdió a un familiar muy cercano hace años a consecuencia de un suicidio. “Mi experiencia profesional con la muerte era cercana al trabajar en una profesión que entiendo como agradecida y que me ha permitido estar cerca de pacientes mayores y muy jóvenes y de sus familias”, expresó.

Desde su dolorosa experiencia, destacó que entiende que hay que mejorar la comunicación de este tipo de noticias y “no darse de una forma fría, ni por teléfono”, pero “tampoco de forma presencial los restos del fallecido manchados de sangre”, aseveró. Asimismo, indicó que a nivel social hay que mejorar la visualización de una situación “para la que no hay consuelo”.

“Parece que hay que vivir esos duelos en clandestinidad porque nadie quiere hablar del tema, pero también llega gente que te da su mano y comparte sus duelos suicidas contigo. Te das cuenta de lo necesario que es compartir duelos y experiencias”, aseveró Lorenzo, quien agradece la creación de un grupo de personas (supervivientes) que se reúne de forma mensual para superar el duelo.

“Son personas que han perdido hijos, esposos, hermanos, padres y suplimos esa carencia social que hay”, argumentó Lorenzo, quien invitó a personas que puedan haber pasado por una experiencia de esta naturaleza a sumarse a un grupo que “busca gestionar emociones como la culpa” de los familiares.

“Lo más importante que debemos saber es que nadie es culpable de algo así”.

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