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La UBU desarrollará un simulador en Realidad Virtual Inmersiva para la formación en prevención de riesgos laborales

Un equipo multidisciplinar integrado por 9 investigadores de la Universidad de Burgos está desarrollando el proyecto ACIS con el objetivo de desarrollar un simulador en Realidad Virtual Inmersiva para la formación en prevención de riesgos laborales por aplastamiento en industrias del metal o plástico.

Este proyecto ha sido aprobado dentro de la convocatoria 2021 de proyectos de investigación en prevención de riesgos laborales por las universidades públicas de la Consejería de Empleo e Industria de la Junta de Castilla y León con un presupuesto/subvención de 64.000 € para realizar entre el 2021 al 2023.

Si bien el proyecto está coordinado y mayoritariamente realizado por el Grupo de Investigación ADMIRABLE (Advanced Data MIning Research And (Business intelligence, Bioinformatics, Big Data and LEarning) de la Escuela Politécnica Superior, que aportan su experiencia en proyectos de Realidad Virtual e Inteligencia Artificial, también participan investigadores de la Facultad de Humanidades y Comunicación y de Ciencias de la Salud, que aportan su experiencia en diseño de juegos serios y técnicas de alta eficiencia en el aprendizaje. Un marcado carácter interdisciplinar fundamental para el éxito del proyecto

Junto con los trabajos que desarrolla para distintas empresas, este proyecto posiciona al grupo de investigación como líder en el desarrollo de simuladores en Realidad Virtual inteligentes para entornos industriales dentro de las universidades de nuestra comunidad autónoma.

ACIS se especializa en enseñar a operarios la correcta interacción con distintos tipos de maquinaria industrial, desde maquinaria grande para el trabajo del metal hasta puentes grúa o carretillas elevadoras. Si bien ya existen simuladores de aprendizaje para distintos tipos de maquinaria, este proyecto plantea un nuevo reto: introducir en el mismo entorno virtual hasta 3 trabajadores a la vez. De esta forma, los usuarios deben interactuar entre ellos en las labores de fabricación o mantenimiento, lo que les permitirá no sólo aprender a evitar individualmente riesgos laborales, sino también a colaborar para evitar situaciones peligrosas.

La Realidad Virtual es una tecnología que ha alcanzado ya un grado de madurez suficiente para la creación de estos simuladores, tanto por su calidad visual como por su precio cada vez más accesible. Esta tecnología plantea dos grandes ventajas de aprendizaje frente a otras más tradicionales. Por un lado, la inmersión hace que el operador se sienta realmente dentro del entorno de trabajo en el que opera, lo que aumenta la eficacia y la generalización del aprendizaje.

Por otro lado, permite recoger cualquier dato del proceso de aprendizaje: el tiempo de reacción ante cualquier situación del alumno/trabajador, cómo reacciona (movimientos realizados, decisiones tomadas…), los lugares donde mira…

Esta tecnología inmersiva permite diseñar “juegos serios” (serious games), aunque el término en castellano más apropiado sería “juegos educativos” y este el primer reto de este proyecto. El alumno/trabajador pasa por distintas pruebas de movimiento de cargas con puentes grúa, desde elegir los utillajes con que desplazarlas hasta cargarlas, moverlas y descargarlas en el emplazamiento final de las mismas. Estas fases enfrentan al aprendiz a distintos retos y niveles de dificultad. Asimismo, simula un entorno virtual similar a una fábrica real donde el trabajador tiene que realizar estas misiones con el puente grúa.

El “profesor” en estos juegos es un “tutor inteligente” programado en la aplicación desarrollada. Para ello, se utiliza un sistema computacional dotado con Inteligencia Artificial. Aquí se encuentra el segundo reto del proyecto: desarrollar un sistema de Inteligencia Artificial que disponga de sistemas de medida y evaluación del aprendizaje del alumno. Así se asegura que el aprendiz reacciona correctamente a los riesgos propios de la actividad que realiza con el puente grúa y que no posee malos hábitos.

En caso de detectar algún problema importante en su reacción, adaptará las situaciones propuestas en el simulador y las indicaciones que recibe el operario para corregir esos comportamientos. Esta Inteligencia Artificial respeta el ritmo de aprendizaje de cada alumno y se adapta a su forma de procesar la información con el fin de potenciar un mejor resultado en cada intento, con un sistema de refuerzos personalizado para cada alumno

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